El nombre deriva de l'hebreo Elisheba, compuesto de El, Dios, y scheba, siete, el número de la perfección; después significa "Dios es perfección" o "Dios es juramento"). Existen también otras interpretaciones: en efecto por algunos sería constituido de El y Shabat, o sea sábado. El sábado fue y es para los judíos el día del descanso y de la oración, por lo tanto el nombre podría también significar "mi Dios es descanso". Nombre muy común en las comunidades cristianas desde los primeros siglos gracias al culto de Santa Elisabetta, esposa de Zaccaria y madre de Giovanni Battista. El nombre hebreo original, Elisheba, es el nombre de la esposa de Aronne. Más tarde Elisheba fue traducido en el griego Elisàbet y en latín Elìsabet. La gran difusión de este nombre es debida a muchas reinas de Inglaterra, emperatrices de Rusia, Austria y Alemania. En la Península Ibérica en cambio el latìno Elisabet se transformó en Elisabel y maás tardi en Isabel, traducido en el italiano Isabella.