Derivado del griego Ariadne, compuesto por el prefijo que refuerza Ari y por haghne "casta, sagrada": después significa "muy casto, puro, sagrado". Latinizado en Ariadne y Ariadna, se convirtió en Arianna probablemente para allanar la pronunciación. Una Arianna famosa es la hermosíssima hija de Minos, rey de Creta, que salvó Teseo por el Minotauro, gracias al famoso hilo, llevandolo a cabo del laberinto.